Los delfines no van a alcanzar su madurez sexual hasta llegar a los 11 años aproximadamente. Tanto las hembras como los machos rondan siempre esta cifra, por lo que a partir de este momento podrán aparearse con cualquier ejemplar con el fin de tener una cría. Los delfines son animales que no tienen una sola pareja, es decir, no son monógamos, por lo que durante toda su vida van a reproducirse con muchas parejas diferentes, tanto del mismo grupo en el que se encuentran, como con otros diferentes, ya que estos animales van cambiando de banco cada cierto tiempo.
Según varios estudios e investigaciones que se han hecho a lo largo de los años, se ha comprobado que el delfín disfruta en sus relaciones sexuales, y que en ocasiones lo practica por el mero hecho de tener placer. También es sabido que puede llegar a repetir la copula varias veces con una misma hembra en una hora, o que incluso si tiene la oportunidad, lo hará con otras del mismo grupo.
Los delfines son polígamos, es decir, no tienen una pareja estable.
El cortejo comienza siempre cuando tanto la hembra como el macho empiezan a tocarse con el hocico, nadando juntos y rozándose, después de esto y si la hembra acepta al macho, juntarán ambos los vientres, momento en el que empieza el apareamiento. Se ha descubierto también que en algunos casos y sobre todo con algunas especies, los machos van a emitir antes del apareamiento ciertos sonidos, que harán que la hembra los elija a ellos o no.
Todo este proceso suele llevarse a cabo cuando empieza la primavera o el verano, ya que la temperatura del agua es mucho más cálida y es cuando prefieren aparearse. Muchas especies de delfines migran de una zona a otra por este motivo, ya que se encuentran en unas aguas muy frías y prefieren dirigirse a otras en las que por un lado haya más alimento pero también la temperatura sea la propicia para ellos.
Cuando una hembra de delfín queda embarazada, generalmente es protegida por todos los miembros del grupo en el que se encuentra. La gestación de estos animales suele durar de entre 10 a 12 meses en los cuales la hembra se alimenta mucho más con el fin de poder tener más fuerza.